[Contexto “clave”para entender mejor la definición de ENSAYO] La palabra latina que utilizó Michel de Montaigne (1533-1595) para darle nombre a cientos de sus escritos, fue exagium, que significa pesar en la balanza. No quiso usar la palabra discurso que era lo común desde hacia más de 1000 años para muchos escritos de ese tipo. Durante la edad media cuando aún no se disponía del análisis químico moderno para detectar la pureza de metales y joyas, se pesaba y comparaba muy bien las piezas para estar seguros de que algo valioso se encontraba en su interior, por muy brillante que aparentara. El ensayo literario creado por M. de Montaigne es esa comparación de mi opinión, mi idea, sobre cualquier tema, tomándola no en el vacío de la individualidad sino en medio de otras opiniones actuales o vigentes para sopesarlas, examinarlas, ponderarlas en búsqueda de una revaluación de esas ideas o un nuevo descubrimiento. Las palabras: Essais francesa, la cual utilizó por primera vez Montaigne, y la italiana Saggio, la portuguesa ensaio, la inglesa essay, la alemana Essay, la española ensayo provienen todas del latín exagium. Dado que varios de esos idiomas no utilizaron otras raíces o palabras diferentes como se acostumbra siempre, permite inferir etimológicamente que se utiliza ensayo solamente para referirse a la creación de M. de Montaigne.
¿QUÉ ES UN ENSAYO? Es una texto corto semejante a una carta, como una buena conversación, en el cual el autor expresa su opinión u opiniones sobre cualquier tema, ojalá contrastando sus opiniones con las opiniones de otras personas vivas o muertas que en forma directa o indirecta también opinaron sobre algo relativo a ese tema; en confianza y con libertad. El trabajo del ensayista es ir sopesando las opiniones propias con las de los otros, argumentando en favor de la tesis propia pero utilizando las opiniones ajenas como apoyos a su favor pero sin ofensas, en un estilo amable, agradable y con cierta informalidad. No se requiere el rigor de un documento científico o filosófico pues se trata, SÍ de buscar nuevas verdades, u otra visión, pero el objetivo final NÓ es llegar a UNA VERDAD. Tampoco se trata de sopesar buscando un promedio aritmético entre mis ideas y las de otros; el ensayo debe abrir nuevas vías a la indagación libre pues a veces la etérea realidad del pensamiento solo puede ser sopesado y ponderado buscando el peso de mi idea que, de no ser comparado, resultaría inapreciable en si mismo.
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